miércoles, 1 de febrero de 2012

Escudo

Este escudo tiene forma española, siendo esta forma una de las más clásicas y elegantes de la ciencia Heráldica. Se encuentra partido en dos cuarteles.
La carga del escudo es la siguiente: En cuartel adiestrado; un campo de oro cuya significación define lo más preciado y lo más noble, lo más sublime y luminoso, lo más pleno y alto de la generosidad en el impulso creador del espíritu y de la vida. Este símbolo significa la sabiduría y el amor a su tierra que tanta han cultivado, desde hace siglos, las hijas de la ciudad de Jiquilpan.
En cuartel siniestrado; un campo de gules cuyo lenguaje heráldico es la devoción al hogar, y a la familia y a la patria. Es igual a la llama cotidiana y al mismo tiempo eterna que han hecho esplendor, aumentándola siempre los forjadores del particular y universal prestigio de esta tierra progenitora de valerosos soldados y mártires que han dado honor y humanística vivencia a las páginas gloriosas de la Historia y Civismo.
Centrada, ornada los cuarteles canto inmortal figura enhiesta una águila que en la ciencia nobilísima de los emblemas, en un signo de grandeza, templanza, conquista, acepción y triunfo: Ideales supremos, que conjuntan al mismo tiempo los blasones del amor maternal y fecundo.
En ésta una águila regía en figura natural y explayada de regía estampa. Centra la costumbre del heraldísimo clásico, esta figura es contornada, es decir, mira hacia la izquierda cual si fuera verbo latente de protesta contra la esclavitud y la injusticia. Expresa el patriotismo de tantos y tan significados hijos de Jiquilpan en las lides de la defensa del país y sus instituciones en el ayer y en el hoy de tan entrañablemente representados por el General Lázaro Cárdenas del Río en este siglo.
El águila sostiene con sus garras, pero amorosamente, con materna suavidad, un gran libro en el que destaca una pluma de ave que parece escribir y estar sostenida por sobrenatural poder. El libro contiene la leyenda: Cantos épicos. He aquí un emblema de la sapiencia universal reconocida al michoacano más ilustre y cuyo nombre abandera a los otros muchos hijos cultos de esta tierra: Diego José Abad.
Este escudo tiene una bordadura en azul profundo, color heráldico por excelencia que hace resaltar el más generalizado de los significados toponímicos de XIUHQUILPAN: Sobre el añil. De allí que la carga interior aparezca cual si emergiera del color turquesa que es además signo de diafanía, claridad, profundidad y movimiento; y en el aspecto humano, ternura y afectos.
Sobre la bordadura tiene el Escudo figuras naturales. Son las pequeñas ramas del xiuhquilitl pitzahuac que los españoles llamaron añil. Este es, según Ramón Sánchez, el jeroglífico jiquilpense: “Una faja horizontal que muestra la tierra sin cultivo y encima dos plantas de añil”.
Adornan el escudo lambrequinos dorados y estilizados y que presumen en la parte superior, también en oro, la figura de un frigio, símbolo universal de muy humanista señorío libertario y republicano, que consecuentemente, implica las correspondientes virtudes reconocidas a la ciudad: Jiquilpan de Juárez.
En la parte inferior luce una gira que le presta excelsitud y majestad y que, como divisa, lleva la frase: GENERAMOS CULTURA Y PATRIOTISMO; palabras que definen ampliamente, tanto en pasado como en presente, la inspiración y realidad de la obra heráldica.

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